martes, 2 de diciembre de 2008

LA INVESTIGACIÓN COMO BASE DE LA ENSEÑANZA

(RESEÑA)

Lawrence Stenhouse (1926-1982) es una de las figuras más importantes en relación a la investigación y currículo durante la década de los 70. Sus valiosos aportes no sólo ofrecen una nueva visión en la forma de elaborar y aplicar el currículo, sino que también vinculan la investigación en la acción; donde teoría y practica deben ir de la mano y no en forma aislada, haciendo de los profesores y profesoras los verdaderos investigadores y de las aulas de clases sus reales laboratorios.
Aunque Stenhouse muere prematuramente, en el transcurso de su carrera intelectual deja un legado importante de obras, entre las que se destaca “investigación como base de La enseñanza”. En este texto el autor nos da a conocer su pensamiento pedagógico y su actividad práctica, Stenhouse realiza una compilación de una serie de valiosos trabajos realizados en el transcurso de su carrera, agrupados en tres partes: Investigación, currículo, e investigación como base de la enseñanza.
En la primera parte del libro “Investigación”, el autor aborda en forma directa el concepto, definiéndolo como la capacidad de indagar de manera sistemática y autocrítica. Para Stenhouse es una indagación porque se fundamenta en el deseo por comprender, es sistemática debido a que se encuentra soportada en una serie de estrategias y es autocrítica porque permite realizar una valoración acerca de algo. En esta parte de la obra Stenhouse hace referencia al proceso de la enseñanza como objeto de investigación, soportando la anterior tesis en la necesidad de reivindicar la figura del profesor-investigador; quien requiere reflexionar sobre su propio proceso de enseñanza para de esta forma conocerlo y ser capaz de mejorarlo. El autor ofrece a los profesores un currículo concebido como una serie de procedimientos hipotéticos, con los que podían experimentar, siendo esta la base para la traducción reflexiva de las ideas educativas en acciones educativas reales. Stenhouse considera, que la investigación educativa requiere de enfoques descriptivos especiales, haciendo una crítica al paradigma psicoestadistico, que aunque puede ser valido para otras ciencias, en la educación posee grandes falencias debido a que en el campo educativo, cada estudiante es un ser único e irrepetible, que aunque posea un error común, no significa necesariamente que este provenga de una causa similar y requiera un tratamiento igual. En este aspecto Stenhouse plantea la necesidad de un tratamiento especial, partiendo del principio de individualización en la educación. Uno de los principales aportes del autor consiste en considerar que el profesor debe tomar la teoría en una forma hipotética que requiere su comprobación en la práctica real en las aulas de clases, de esta forma el profesor por medio de sus clases debe verificar en su praxis la pertinencia o no, de las teorías existentes. Stenhouse establece la necesidad de socializar los resultados de investigación; debido a que la investigación particular no cuenta como investigación, porque la investigación es considerada como un esfuerzo comunitario por su utilidad para los demás.
Stenhouse plantea que para que la investigación perfeccione la enseñanza debe estar sujeta a dos condiciones esenciales: en primera instancia, debe permitir la comprobación práctica de hipótesis en las aulas de clase por parte de los profesores, y en segunda instancia debe ofrecer descripciones ricas en detalles que permitan proporcionar contextos educativos con los propios casos.

En la segunda parte del texto, el autor hace referencia al currículo, dando a conocer su pensamiento pedagógico; en el cual hace un enlace entre investigación y currículo y a su vez trata de definir la problemática del currículo y conceptuar sobre éste, refiriéndolo con el maestro y la acción de enseñar o mejor el arte de enseñar, pues en éste conceptúa el currículo como medio para aprender el “arte” de enseñar. Haciendo énfasis en que el maestro, como todo buen artista, adquiere una gran habilidad mejorando su arte en la praxis. Tal como lo describió Gimeno Sacristán: “El currículo es lo que determina lo que pasa en las aulas entre docentes y estudiantes” Así mismo, al instar al docente a la justificación crítica más que a la aprobación, es el camino más indicado para su proceso de aprendizaje, ya que debe apuntalarse en su juicio más que en el de los demás. De ahí, que el maestro pueda alcanzar la autonomía de juicio apoyada en la investigación para el mejoramiento y perfeccionamiento de su dignificante labor.

A su vez, el libro deja entrever que según la propuesta planteada por Stenhouse las escuelas necesitan desarrollarse como comunidades y no a manos de reformadores. Cada comunidad debe ser autónoma y en ellas se requiere profesores creativos de mentes abiertas, flexibles al cambio, pero sin olvidar la realidad y con una gran profesionalidad que le permita llevar a la práctica cualquier proyecto educativo y a su vez someterlo a una evaluación permanente de su proceso y su actuación.

Del mismo modo, Lawrence Stenhouse a través de este trabajo hace una invitación para iniciar a practicar, Ya, el método de investigación en la acción y el modelo procesual de currículum en nuestros planteles educativos como instrumento o medio propicio de transformar y adaptar propuestas que estén encaminadas al mejoramiento de la calidad educativa. No con esto él quiere plantear que no se haya hecho nada al respecto o que no se este realizando. Puesto que hay personas y a su vez hay proyectos que se han venido ejecutando pero no son lo suficientemente divulgadas, globalizantes o respaldadas, y para ello se hace necesario un movimiento articulado y efectivo, el cual pueda superar todas la vicisitudes que se puedan presentar y a su vez pueda demostrar su validez y eficacia en el aula, de cara al desarrollo pleno de educandos y educadores.

A si mismo, se plantea que dentro del contexto del currículo, la investigación nutre a la acción y a su vez ayuda a los docentes a que discurran sobre la enseñanza. Entonces, el currículo funda una especificación que resulta hipotética, abierta a interrogantes y a comprobación que se puede llevar a la práctica y dentro de la cual se construye y se genera conocimiento. Lo cual indica que el currículo ha de ser puesto a prueba por docentes y estudiantes y no lo docentes y estudiantes por éste. Ahora bien, se puede deducir que un currículo tiene que ser realizado o llevado a prueba a través de la práctica del mismo, para que posteriormente pueda ser definido. Pero cabe aclarar, que al tratar de hacer una aproximación al concepto de currículo no se puede olvidar que es una realidad histórica, por ejemplo en el transcurrir de los años se ha hablado de currículo critico, currículo técnico, currículo por procesos y que como tal han tenido sus enfoques, sus ventajas y desventajas y a su vez han sufrido cambios, lo cual indica que al haber cambios evoluciona en su práctica y en la forma de concebirlo. A partir de este hecho no se puede hablar de un concepto acabado y absoluto de currículo; y que a lo sumo se puede hablar de opiniones más o menos justificadas que no llegan a ofrecer una definición de la naturaleza del currículo en su amplitud.
El autor deja claro que el currículo no es un sumario, una simple lista del contenido que ha de ser abarcado, mucho menos una prescripción de objetivos, método y contenido ni tampoco una lista de objetivos.
En la tercera y última parte de la obra, Stenhouse plantea una síntesis teórico-práctica de las dos primeras partes donde fundamenta su posición ante el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje.

En conclusión, el libro “La Investigación como base de la enseñanza”, es una importante herramienta pedagógica, que aporta grandes e interesantes ideas, permitiendo a través de la investigación acción, vincular a los profesores en su propia experiencia de enseñanza. Lo anterior conduce a que el docente sea el propio investigador, perfeccionando su arte día a día, para el bien de sus educandos, el de la sociedad y para su propio crecimiento profesional.

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